PRÁCTICAS DEL PASADO QUE HOY SON IMPENSABLES: RECICLAR JERINGAS, AGUJAS Y GUANTES QUIRÚRGICOS



·         Hasta mediados de los años ochenta algunos materiales de curación eran reciclables, para ser utilizados nuevamente

·         Con una piedra de afilar recuperábamos las agujas desgastadas por el uso

·       Las pasábamos sobre una gasa, hasta que no jalaran pelusa

En la actualidad es impensable, pero hasta mediados de los años ochenta algunos materiales de curación eran reciclables, como las agujas, jeringas y guantes quirúrgicos, para ser utilizados nuevamente en la atención médica, rememoró el maestro Guillermo Cedillo Olivo, Coordinador de Calidad de los Servicios de Enfermería del Hospital Juárez de México.
En ésa época, explicó, con una piedra de afilar recuperábamos las agujas desgastadas por el uso. "Tras afinar cuidadosamente la punta sobre la piedra especial, las pasábamos sobre una gasa, hasta que no jalaran pelusa. Luego con una jeringa veíamos que no estuvieran tapadas. Entonces se enviaban a esterilizar".
De igual manera que hacíamos con otros materiales de curación, como las jeringas y los guantes quirúrgicos. También se lavaban, densinfectaban y esterilizaban. Así se volvían a utilizar varias veces, agregó.
En esa época, ante la escasez de recursos materiales y equipo, teníamos que improvisar para atender las necesidades de los pacientes, puntualizó el maestro Cedillo, con una trayectoria de 40 años como enfermero en el HJM, al hablar sobre el cambio de paradigma en las tareas encomendadas al personal de enfermería, y su proceso de profesionalización.
En entrevista, hizo hincapié en que tras la identificación del VIH/SIDA, a principios de los años ochenta, y los terremotos de 1985, las prácticas de reciclaje y reutilización de estos materiales y equipo médico se erradicaron.
Las condiciones cambiaron drásticamente, ya que empezamos a utilizar materiales desechables, así como aplicar medidas de bioseguridad, para prevenir contagios, tanto en los pacientes como en el personal del sector salud, dijo.
Expuso que la conmoción que provocó el SIDA, provocó que se extremaran las medidas de seguridad. Ante el temor de contagiarnos, los trabajadores del sector salud tomamos conciencia de la prevención para prevenir lesiones y a minimizar el riesgo de contraer alguna infección.
Luego, con la pandemia de la Influenza que ocurrió en el 2009, se tomó mayor conciencia de los riesgos laborales a los que se expone el personal en el contacto directo y continúo con el paciente.
El Coordinador de Calidad de Enfermería del Hospital Juárez de México indicó que actualmente en el Hospital Juárez de México hizo notar que el personal de los Servicios de Enfermería del HJM asciende a 860 enfermeras y 70 enfermeros.
La mayor parte –dijo- egresaron de la UNAM, el IPN, UAM y la Escuela de Enfermería de la Secretaría de Salud, y son enfermeras generales, licenciadas, maestras, especialistas, y a diferencia de lo que ocurría en el pasado, un porcentaje mínimo son enfermeras auxiliares.
Indicó que desde 1973 en que ingresó al HJM, las enfermeras han tenido un gran avance en su profesionalización, y actualmente manejan equipos biomédicos, como monitores para checar signos vitales; electrocardiógrafos, monitores de Terapias Intensiva, y ultrasonido. También tiene a su cargo la operación de las Bombas de Infusión, para administrar sueros y medicamentos, con dosis específicas.
Actualmente, contamos con especialistas en los diferentes servicios médicos que requieren especialistas muy preparadas, como Neonatología, Pediatría, Hemodiálisis, Oncología, Ginecología, además de desempeñar tareas en la administración hospitalaria y la docencia.
Todo esto, concluyó el maestro Guillermo Cedillo Olivo, habla de un camino de capacitación y superación continua de las enfermeras, sin perder de vista su objetivo fundamental: el trato humano con los pacientes.


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