LA UNIDAD CORONARIA Y DE HEMODINAMIA SIN ESPACIO PARA EL TRATO DESHUMANIZADO


·         Tenemos una responsabilidad muy grande, ya que tratamos con personas que se alarman al ser hospitalizados en la terapia intensiva

·         Concluyeron los trabajos del III Curso Calidad de la Atención al Paciente Cardiológico en Estado Crítico

Ante la gravedad, sufrimiento y angustia de los pacientes que ingresan en estado crítico a la Unidad Coronaria y de Hemodinamia del Hospital Juárez de México, no cabe la desesperanza ni hay espacio para el trato deshumanizado, afirmó la enfermera Arcelia Caballero Romero.

Aquí lo tenemos muy claro: Tenemos una responsabilidad muy grande, ya que tratamos con personas que se alarman al ser hospitalizados en la terapia intensiva en condiciones muy delicadas.

“Nuestro papel como enfermeras es brindarles una atención de calidad, pero además infundirles confianza para aminorar sus temores y disminuir su estado de ansiedad, al percatarse que están en condiciones muy delicadas”, dijo en entrevista.

Aseguró que una condición esencial que caracteriza al personal de enfermería que labora en dicha unidad de cuidados intensivos, es no olvidar ni por un momento que ahí atendemos enfermos que confiadamente ponen sus vidas en nuestras manos.

Arcelia Caballero Romero, especialista en Terapia Intensiva, quien desde hace 23 años trabaja en el turno nocturno en la Unidad Coronaria y de Hemodinamia del HJM, aclaró que la labor no se limita a seguir la evolución del tratamiento terapéutico que es indicado por los médicos.

“Puede que no sea tan importante como las indicaciones médicas para su recuperación, pero también buscamos hacer sentir al paciente que nos preocupamos por su bienestar emocional”.

“En mi caso –aclaró- la razón es muy simple. Trato y cuido a mis pacientes como quisiera que un día me atendieran a mi”.

En el marco de los trabajos del III Curso Calidad de la Atención al Paciente Cardiológico en Estado Crítico que se llevó a cabo en el Auditorio “Doctor Manuel Velasco Suárez” del HJM, expuso que a pesar de que los enfermos llegan por diferentes causas a dicha unidad, todos dejan una huella especial y una marca, por sus ansias de recuperarse.

Es cierto que contamos con recursos materiales y equipos muy sofisticados para dar seguimiento en todo momento a su evolución, pero lo fundamental que podemos darles es la confianza. Ello aminora su malestar, disminuye su ansiedad y cobran tranquilidad, dijo.

Caballero Romero, egresada de la Escuela de Enfermería de la UNAM, destacó la importancia de la Unidad Coronaria y de Hemodinamia del HJM, en donde se brinda atención específica al paciente cardiaco en estado crítico, dijo que se trata de un servicio en donde se cuenta con materiales y equipos de alta tecnología, que se han ido modernizando en los últimos años.

Recordó que hace 23 años lo más novedoso era la instalación de un catéter denominado Swangans, que permitía el monitoreo hemodinámico de los pacientes. Con ese equipo dábamos seguimiento constante a los parámetros que indican si el tratamiento médico es el adecuado para el paciente.

Actualmente, las 25 enfermeras especialistas asignadas a esa unidad han ido actualizando sus conocimientos y capacitando en los procedimientos y el manejo de materiales y equipos de vanguardia que son menos invasivos, como monitores, de soporte renal, monitores de gasto cardiaco, contrapulsación, resistencias vasculares, resistencias pulmonares, presión pulmonar y presión capital, entre otras funciones.

Sin embargo, señaló para concluir, paralelamente a los avances tecnológicos para la atención de pacientes en estado crítico en las terapias intensivas, también se ha ido desarrollando la profesionalización de las enfermeras, sin perder su misión esencial: el trato humano a los pacientes.




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