TRABAJADORES DEL HJM RINDEN HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO DE 1985


·         Como cada año, la emotiva conmemoración inició a las 7:19 horas con el estremecedor accionar de una sirena

·         El doctor Martín Antonio Manrique y el contador Gerardo Lozano Dubernard colocaron una ofrenda floral en la Plaza conmemorativa

·         El Hospital Juárez de México se unió al megasimulacro que se llevó a cabo a nivel nacional a las 13:14 horas
Por trigésima tercera ocasión se cumplió el ritual: Los trabajadores del Hospital Juárez de México rindieron un homenaje a las víctimas del terremoto del 19 de Septiembre de 1985.
Como cada año, la emotiva conmemoración inició a las 7:19 horas con el estremecedor accionar de una sirena, que inevitablemente trajo a los presentes el recuerdo de muchos de sus compañeros que quedaron atrapados en los escombros de la torre de hospitalización de once pisos del antiguo Hospital Juárez.
Con la bandera nacional izada a media asta, en medio de la expectación y participación grave y respetuosa de los trabajadores y pacientes que acudieron a la Plaza Conmemorativa del HJM, se realizaron honores a la bandera, mientras el coro del Hospital Juárez de México y la Banda de Guerra de la Delegación Gustavo A. Madero interpretaban el Himno Nacional Mexicano,
Luego de que realizara el toque de silencio, el doctor Martín Antonio Manrique, Director General del HJM, y el contadorGerardo Lozano Dubernard, Auditor Especial de Cumplimiento Financiero de la Auditoría Superior de la Federación, hijo del doctor Gilberto Lozano Saldivar, quien falleciera durante esa tragedia, colocaron una ofrenda floral al pie del Monumento de Honor.
Ante médicos, enfermeras, pacientes, trabajadoras sociales, empleados administrativos y de servicios generales, el doctor Martín Antonio Manrique señaló que por su significado, este memorial representa un choque de emociones para todos los trabajadores que refuerza nuestro sentido de pertenencia al hospital.
Los sucesos del 19 de septiembre de 1985 nos recuerdan la responsabilidad de esos médicos, enfermeras y trabajadores que no abandonaron a los pacientes; los maestros como el doctor Gilberto Lozano Saldivar, que desde temprano estaba dando clases, dijo.
En su discurso, el Director General del HJM dijo que la gran lección que nos dejó aquella tragedia, es que debemos estar preparados siempre para enfrentar este tipo de catástrofes naturales y continuar realizando simulacros, para avanzar en la Cultura de la Protección Civil.
Con este memorial –agregó-, a 171 años de la fundación del Hospital Juárez de México, renovamos nuestro compromiso para mantener al hospital en el lugar histórico que se merece. Con pasión y respeto por lo que hacemos podemos superar los retos que enfrentemos, dijo.  
Durante la ceremonia, el contador Gerardo Lozano Dubernard, Auditor Especial de Cumplimiento Financiero de la Auditoría Superior de la Federación, recordó el trágico acontecimiento que azotó a la Ciudad de México y provocó la pérdida de seres muy queridos y de gran valía para el país.
Rememoró que la noche del 18 de septiembre de 1985, en que iniciaba la última guardia del personal que laboraba en el hospital. Médicos, enfermeras, personal administrativo, de intendencia, entre otros, jamás imaginaron que ese inmenso hospital colapsaría al amanecer del día siguiente, muriendo en el cumplimiento de su deber.
“Aquí murieron muchos de los mejores médicos que practicaban y enseñaban la medicina con pasión y vocación”, dijoel contador Gerardo Lozano Dubernard, quien resaltó la trayectoria de su padre, a quien definió como un ser dotado para el ejercicio de la más noble y antigua de las profesiones: la medicina. “Padre de ocho hijos y esposo de una mujer cuyo amor por él le permitió mostrar su solidaridad y comprensión durante las largas guardias hospitalarias o durante las constantes salidas de emergencia.
Mencionó que el 19 de septiembre de 1985, como era su costumbre, su padre se dirigió al Hospital Juárez donde todos los días a las siete de la mañana impartía su cátedra. Dijo que de acuerdo al testimonio del doctor Vicente Ayala, quien fue rescatado con vida al día siguiente, antes de morir, su padre había pedido a sus alumnos que rezaran, que no perdieran la fe y la esperanza.
“Mis hermanos y yo vivimos 26 días con sus frías noches en las ruinas del Hospital Juárez, ayudando en las labores de rescate, como fue el caso de los bebés recién nacidos que habían quedado en sus incubadoras. Vivimos de la solidaridad de las personas que no conocíamos, pero que nos dieron de comer durante ese período”, continuó el contador Gerardo Lozano Dubernard.
El Auditor Especial de Cumplimiento Financiero de la Auditoría Superior de la Federación relató que finalmente, el 16 de octubre por la madrugada, al ser retirada una inmensa trabe de los escombros, quedaron al descubierto los cuerpos de varios médicos. “Entre los cadáveres estaba el de mi padre. Inconfundible por su cabello plateado. Sus hijos lo rescatamos 26 días después de ocurrido el terremoto. Nunca lo abandonamos”.
Dijo que la lección aprendida tras la tragedia, fue comprender que nadie tiene la vida comprada, y que debemos vivir la vida en la mayor plenitud, sin dejar de decirles a los que nos rodean, que con pasión y orgullo forman parte de nuestra historia.
Durante la ceremonia, en la que la maestra Blanca Esthela Cervantes Guerrero participó como maestra de ceremonias, asistieron los integrantes del cuerpo de gobierno, jefes de servicio, médicos, residentes, enfermeras, personal administrativo y de servicios generales.

Más tarde, para recordar y honrar la memoria de las víctimas del 19 de Septiembre del 2017, el Hospital Juárez de México se unió al megasimulacro que se llevó a cabo a nivel nacional a las 13:14 horas, momento exacto en el que hace un año se registró el sismo de magnitud 7.1 grados. Dos minutos después, a las 13:16 horas, se activó la alerta sísmica. Durante el simulacro los servicios de hospitalización, urgencias, consulta externa, laboratorio y RX funcionaron normalmente.



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