EL DOCTOR EDUARDO LICÉAGA COLOCÓ A MÉXICO EN LA VANGUARDIA CIENTÍFICA


 
·         El doctor Carlos Licéaga Escalera, jefe de Cirugía Maxiolofacial del HJM, habló sobre las contribuciones de su tío abuelo
 
·         El 23 de abril de 1888 vacunó con éxito al niño Isidro Delgadillo, que había sido mordido por un perro rabioso
 
Al vacunar con éxito al niño Isidro Delgadillo, que había sido mordido por un perro rabioso, el doctor Eduardo Licéaga colocó a México en la vanguardia científica de la época, y en la ruta dela modernidad y el progreso que pretendía el gobierno del general Porfirio Díaz, afirmó el doctor Carlos Licéaga Escalera, jefe de Cirugía Maxiolofacial del Hospital Juárez de México.

A 129 años de ese episodio histórico de la medicina de nuestro país, ocurrido el 23 de abril de 1888, que marca el inicio de la aplicación de la Vacuna Antirrábica en nuestro país, el doctor Licéaga Escalera hizo un recuento de la obra y la trayectoria pública de su tío bisabuelo, en cuyo honor se instituyó la máxima presea mexicana en el ramo de la medicina la condecoración “Eduardo Licéaga”.

Durante la sesión general del HJM, presentó el tema: las contribuciones del doctor Eduardo Licéaga a la sociedad mexicana, en donde recordó que a lo largo de su carrera Liceaga llegó a ocupar importantes cargos públicos, entre los que destaca la presidencia del Consejo Superior de Salubridad (el equivalente a la Secretaría de Salud) en donde estableció las bases para el Código Sanitario de la Ciudad de México (1891).

Sin embargo, una de sus mayores aportaciones al ámbito de la salud, que perdura hasta la fecha, es la construcción del Hospital General de la Ciudad de México, que fue inaugurado el 5 de enero de 1905, y se le debe también la proyección de lo que ahora es la Colonia Doctores, que fue la primera en la ciudad que se realizó introduciendo el drenaje y alumbrado público antes de la construcción de las casas.

Considerado como el "higienista más distinguido de México de finales del siglo XIX", el doctor Licéaga fue médico y amigo del general Porfirio Díaz, y en un viaje a Francia trajo del Instituto Pasteur de París, el virus de la rabia, que fue inoculado en el cerebro de un conejo, para poder experimentar en México el procedimiento por el que se crearía la vacuna que ya se aplicaba en Europa. 

El doctor Eduardo Licéaga nació en Guanajuato el 13 de octubre de 1839. Sobrino de otro gran médico, el doctor Casimiro Liceaga. Se matriculó en la Escuela de Medicina en enero de 1859. Su examen final fue el 9 de enero de 1866, y el jurado de su examen estuvo formado por el doctor Jiménez, el doctor Rio de la Loza y el doctor Lucio. 

A lo largo de su exposición, el doctor Carlos Licéaga Escalera hizo notar que en su gestión como director de la Escuela de Medicina (1889-1911), su tío bisabuelo mejoró el nivel de la enseñanza, e incluyó a las especialidades en el plan de estudios entre ellas la pediatría.

Hizo notar que también presidió la Academia Nacional de Medicina en dos ocasiones (1879 y 1906), y representó a México en reuniones y congresos internacionales.

Fue vicepresidente del Congreso de la Asociación Americana de Salud Pública cuyo propósito fue fortalecer las acciones sanitarias entre México y los EUA; participó como miembro de la junta ejecutiva de la Oficina Sanitaria Internacional creada en 1902, y más tarde fue uno de los siete miembros originales de lo que hoy se conoce como Organización Panamericana de la Salud. 

El doctor Eduardo Liceaga falleció el 14 de enero de 1920 y en reconocimiento a su empeño y destacada labor se instituyó la condecoración “Eduardo Licéaga”, que cada año es entregada por el Presidente de la República en el marco del Día Mundial de la Salud.





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