EL EMPODERAMIENTO DEL PACIENTE Y SU FAMILIA EN EL CONTROL DE SU SALUD CON LA INTERVENCIÓN DEL EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO
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El empoderamiento inicia con la intervención del
personal que lo atiende, desde el momento que llega a la institución.
- Es un proceso a través del cual la gente gana un mayor control sobre decisiones y acciones que afectan a su salud.
El empoderamiento del paciente y
su familia solo puede darse a partir
de la participación de todo el equipo así lo señaló la Lic. Ma. Guadalupe
Urueta Robledo Jefa de Trabajo Social del Hospital Juárez de México, al dar
inicio a la Sesión General.
Durante la Sesión General,
presidida por el doctor Martín Antonio Manrique, Director General del HJM, la
licenciada Urueta explicó que el término empoderamiento se refiere, en su
sentido general, a la habilidad de la gente para comprender y controlar las
fuerzas personales, políticas, sociales y económicas para tomar decisiones que
mejoren sus vidas. Mientras la OMS lo define como un proceso a través del cual
la gente gana un mayor control sobre decisiones y acciones que afectan a su
salud.
Señaló, además, ante el cuerpo de
gobierno y asistentes a la sesión, que si se habla del paciente y su familia,
el empoderamiento inicia con la intervención del personal que lo atiende, desde
el momento que llega a la institución, se aplica el concepto de educación para
la salud que a partir del año 2000 tuvo un enfoque distinto. Ya no solo es
pararse frente al usuario y platicarle, sino implica educar al paciente y a su
familia durante las fases de la atención médica, con la finalidad de que
adquieran los conocimientos y destrezas necesarios para participar activamente
en su cuidado.
Se trata de un
proceso paralelo a cualquier otra intervención sanitaria, como un conjunto de aprendizajes
que contempla 3 aspectos: información, desarrollo de actitudes positivas y promoción
de hábitos saludables, acotó la especialista.
Precisó, que para dar educación al paciente debe tomarse
en cuenta cuatro aspectos: necesidades específicas, condición clínica,
perspectiva organizacional (Trámites) y Consejo de Salubridad General. (Higiene
de manos, riesgo de caídas, cuidados paliativos, fomento a la lactancia
materna).
Asimismo, también señaló que en
la medida que el paciente se vaya plenamente consciente de su padecimiento y lo
que tiene que hacer para cuidarse, se le está educando y así evitamos que por
falta de información acuda al área de urgencias cuando no lo amerita, subrayó
que el personal responsable de la atención, debe aplicar la hoja de evaluación
inicial, pues es ahí donde se indica la atención que el paciente debe de
recibir en la institución.
Respecto de las barreras para el
aprendizaje en el contexto de salud comentó que una vez detectada la falta de
comprensión del paciente es necesario considerar sus creencias y valores, nivel
de alfabetización, nivel educativo, idioma, barreras emocionales,
motivacionales, limitaciones físicas y cognitivas así como la disposición del
paciente para aprender para tomarlas en cuenta y ser empáticos para darle la
atención que merece.
La licenciada Urueta finalizó
señalando que una vez detectadas las barreras para el aprendizaje se debe definir
un proceso para educar al paciente y su familia considerando las cuatro
perspectivas descritas anteriormente. Porque no está alineado a un solo
objetivo, cada quien lo aplica a su modo. Por eso junto con la División de
Calidad creó el formato para la educación de su paciente y su familia concluyó.