El destripador del Río Consulado
Murió en el Hospital Juárez
Francisco Guerrero Pérez, “El Chalequero” o “El Destripador del Río Consulado”, el primer asesino serial mexicano del que se tiene registro, al que se atribuía la muerte de al menos 20 mujeres dedicadas a la prostitución, fue encontrado inconsciente en su celda del Palacio Negro de Lecumberri, por lo que fue internado en una cama del Hospital Juárez, en donde murió a la edad de 70 años, antes de cumplir con la condena de pena de muerte.
Los médicos que lo atendieron en el Juárez, establecieron que la patología que probablemente llevó a la muerte al este personaje, fue una tromboembolia cerebral o hemorragia cerebral. Otras versiones manejan que la verdadera causa pudo haber sido el tifo, que causó una elevada mortandad en la Ciudad de México.
Nació en el Bajío en 1840 y en 1862, a la edad de 22 años, emigró a la Ciudad de México, donde vivió en las inmediaciones de la Peralvillo. El Chalequero, quien tenía el oficio de zapatero, vestía chalecos y sombrero. Mató a 19 mujeres dedicadas a la prostitución durante 1880 y 1888.
Fue nombrado por la prensa de la época como el “El destripador del río Consulado" o el "Degollador del río Consulado". El Chalequero fue arrestado tras haber sido denunciado por varios vecinos de una de sus víctimas, llamada Murcia Gallardo.
Se le sentenció a pena de muerte, pero el Presidente Porfirio Díaz revocó la sentencia por 20 años de reclusión en la Cárcel de San Juan de Ulúa, en Veracruz. En 1904, quedó libre por indulto.
El jueves 17 de abril de 1908 el periódico El Imparcial, publicó en su primera plana el mensaje del Presidente Porfirio Díaz en el que expresaba su propósito de retirarse a la vida privada.
En esa primera plana, el Ministerio de Justicia daba a conocer que el Juez tercero de lo penal había llevado a juicio público al famoso Chalequero. Había vuelto a asesinar. Sin embargo, hubo testigos que lo vieron atacar a la mujer y lavarse la sangre en las aguas del río Consulado. Fue su vigésima víctima.
En los primeros días de septiembre de 1908, resultado de una deliberación del jurado popular, fue condenado a la pena capital. Nuevamente se le condenó a muerte. Sin embargo, en el mes de noviembre de 1910, cuando iniciaba la Revolución Mexicana, se le encontró inconsciente en su celda del penal de Lecumberri y fue trasladado al Hospital Juárez.
Los médicos que lo atendieron declararon como probable causa de su muerte: una tromboembolia cerebral o hemorragia cerebral.
Fue enterrado en una fosa común.


Comentarios
Publicar un comentario