30 años libres de Poliomielitis en América

 

 

• La única prevención ante este virus es la vacunación 
• La polio es una enfermedad altamente infecciosa y sin cura 
  
  En este año se cumplen tres décadas desde el último caso de Poliomielitis en América, lo cual hace especial la conmemoración de este Día Mundial que se conmemora cada 24 de octubre. 
  
  La poliomielitis es una enfermedad que en su época de pleno apogeo, paralizó o mató a cerca de medio millón de personas todos los años, antes del descubrimiento de una vacuna de 1955: “Es una enfermedad que afecta al sistema nervioso, que debido a esto produce una parálisis a nivel de las extremidades (piernas o brazos) incluso puede afectar los músculos respiratorios o abdominales, llegando a ser una causa de muerte” comentó la Dra. Beatriz Leal Escobar adscrita a la Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria Hospitalaria del Hospital Juárez de México. 
   
  
  La polio es una enfermedad altamente infecciosa que se contagia a través del contacto entre personas, entra al cuerpo por la boca, multiplicándose mientras llega al tracto digestivo, donde se multiplica todavía más. “La poliomielitis es secundaria a la infección por el poliovirus 1, 2, y 3, estos virus van a entrar a través de la vía fecal-oral, encontrándose en aguas residuales, de otra persona infectada con poliovirus o en alimentos contaminados al momento de ingerirse van a llegar a nivel intestinal donde pasan a la sangre, se dirigen a los nervios y es cuando producen el daño ya que los destruye”.  
  
   
  Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible.  “El cuadro clínico comienza con síntomas de gripe, un poco de dolor de cabeza, dolor muscular, articulaciones, sin embargo, este cuadro de 2 a 5 días remite, pero en casos excepcionales posterior a estos días se pueden presentar datos de parálisis flácida aguda, disminuyendo la fuerza en las extremidades”. 
  
  
  En casos graves de polio paralítico, se pueden paralizar la garganta y el pecho. El paciente puede morir si no recibe respiración asistida. Entre un 2 y 5% de los niños mueren afectados por la parálisis, mientras que en casos de adultos muere el 15 al 30%. “El grupo de edad que se encuentra en riesgo de adquirir poliomielitis son los menos de 5 años, más importante son aquellos menores que no tienen antecedentes de vacunación contra la poliomielitis o que su esquema de vacunación se encuentre incompleta” afirmó la especialista. 
   
  
  En México el último caso de poliomielitis que se registró fue en 1990, en Tomatlán, Jalisco; el último caso reportado en América se dio en 1991 en Perú, y en 1994 la región de América se certificó como libre de la transmisión de poliomielitis. 
  
  La polio no tiene cura, y la prevención es el medio más eficaz para combatirla. Ciertos medicamentos y terapias pueden ofrecer cuidados paliativos para los pacientes, con el fin de contrarrestar algunos de los efectos musculares. Los pacientes con parálisis severa en los músculos que forman parte del proceso respiratorio, reciben respiración asistida “no hay un tratamiento que sea eficaz para que no se produzca la infección, lo que se puede dar pasado el cuadro es fisioterapia para tratar de recuperar algo de movilidad en las extremidades” explicó la especialista. 
  
  
  La única prevención ante este virus es la vacunación, por ello la importancia de que los menores concreten sus esquemas de vacunación desde su nacimiento. “Tenemos buenas coberturas de vacunación lo cual disminuye el riesgo de que se presenten casos de poliomielitis en México. Desde hace poco tiempo se está aplicando la vacuna hexavalente que aparte de poliovirus inactivada, tiene para tétanos, difteria, hepatitis tos ferina, influenza de tipo B y hepatitis B. Para evitar que existan más casos y que estos casos creen discapacidad en los niños, no sólo esta vacuna sino de todas las que están incluidas en el sistema nacional de vacunación deben completarse, concluyó la Dra. Leal Escobar.