TRANSICIÓN A LA MENOPAUSIA Y POSMENOPAUSIA

 

·         La posmenopausia se asocia entre otras cosas a un mayor riesgo cardiovascular con una frecuencia de 2.6 veces más de eventos cardiovasculares.

En la sesión general presentada en conjunto por el Servicio de Endocrinología y el de Biología de la Reproducción Humana con el tema: “Climaterio: abordaje multidisciplinario”, se mencionó que la menopausia hace referencia al último periodo menstrual de la mujer. Es un diagnóstico clínico que se hace de manera retrospectiva después de 12 meses del último periodo menstrual y solo en raras ocasiones es necesario complementarlo con niveles hormonales de FSH. La menopausia es el resultado del agotamiento folicular a nivel ovárico con la consecuente disminución en la producción de estrógenos.

El climaterio es un término que cada vez utilizamos con menos frecuencia por ser poco preciso y abarcar un periodo de tiempo muy amplio de tiempo desde la transición de la vida reproductiva de la mujer a la no reproductiva pasando por el cese de las menstruaciones. Actualmente preferimos utilizar el término de transición a la menopausia de acuerdo con el sistema de estadificación del envejecimiento reproductivo de la mujer: STRAW +10. Caracterizado por ciclos menstruales irregulares, alteraciones hormonales, disminución del conteo de folículos antrales a nivel ovárico y sintomatología vasomotora.

Los diferentes especialistas, el Dr. Luis Edmundo Hernández Vivar, Profesor titular del curso de Biología de la reproducción Humana en el HJM; el Dr. Gerardo Andrés Alba Jasso, Biólogo de la Reproducción  y médico adscrito al servicio de Ginecología y Obstetricia y la Dra. Sandra Aguilar Maciel, Endocrinóloga y especialista en Medicina Interna del HJM, coincidieron en que la deficiencia de estrógenos en la mujer posmenopáusica provoca: Los bochornos, sudoración profusa, palpitaciones, insomnio, dificultad para dormir así como infecciones de vías urinarias, urgencia, incontinencia urinaria, dispareunia y  disfunción sexual.

Durante la misma sesión, el Jefe de Servicio de Endocrinología, el Dr. Otto Pavel González Guzmán, apuntó que otra manifestación es la disminución de la densidad mineral ósea:  osteopenia y osteoporosis, lo que incrementa el riesgo de fracturas.

Al referirse al impacto de la deficiencia estrógenos en la salud de la mujer, el Dr. Luis E Hernández Vivar, también mencionó que pueden presentarse otros síntomas, como disminución de las funciones cerebrales: pérdida de la memoria, dificultad para concentrarse, falta de coordinación muscular y del equilibrio; osteoartritis, migrañas, cambios en la piel, así como cambios en el estado de ánimo, ansiedad, depresión y disminución de la autoestima.

A su vez, el Dr. Alba Jasso, se refirió al síndrome vasomotor, donde se presenta síntomas como sudoración y sensación de calor intenso, comúnmente llamados “bochornos”, enrojecimientos, además de sudores nocturnos, que afectan al 70 por ciento de las mujeres de mediana edad. También trajo a colación el síndrome genitourinario, cuya sintomatología incluye resequedad vaginal, ardor e irritación; urgencia e infecciones urinarias y dolor durante el coito.

Para su tratamiento, el especialista mencionó a la terapia hormonal de reemplazo con estrógenos como el tratamiento de primera línea para el Síndrome vasomotor de no existir contraindicaciones para su uso.  Es eficaz, ya que no solo reduce los síntomas, sino también su intensidad en casi un 90 por ciento.

Por su parte la Dra. Aguilar dijo que la menopausia se asocia a un mayor riesgo cardiovascular y su incidencia es 2.6 veces mayor de eventos cardiovasculares en mujeres posmenopáusicas en comparación con mujeres premenopáusicas.

Entre los factores de riesgo cardiovascular en las mujeres con menopausia, señaló la ganancia de peso durante el embarazo, diabetes, preeclampsia, parto prematuro, así como el tabaquismo, la obesidad y  el sedentarismo, por lo que recomendó la adopción de mejores estilos de vida.

Revisó: Dr. Luis Edmundo Hernández Vivar

Profesor titular del curso de BRH en HJM